Recordar

Re (de nuevo) y cordis (corazón). A la hora de recordar tengo olores y canciones. No imágenes, no fotos. Será porque soy medio ciega y porque nunca llevo mi cámara a ningún lado, pero el sentido de la vista no me hace sentir mucho. Las canciones y los olores son capaces de sobrecogerme, alegrarme o angustiarme. He llegado a dejar de usar un jabón porque su aroma me trae recuerdos tristes. A odiar una canción que bailé por obligación en una fiesta aburrida. Tengo una crema de coco para prolongar el bronceado cuyo olor me lleva a un momento agradable de mi gira de estudios, cuando me la ponía en el bus en un viaje eterno a Bariloche, conversando y viendo películas. Wonderwall de Oasis me transporta a los nervios previos a una primera cita con una persona que conocí por mails (uf!), mientras hacía hora en la estación Baquedano con esa canción de fondo, because maybe you're gonna be the one that saves me... Me da risa pensar que pude relacionar la canción con la posibilidad de algo, pues no pasó nada en la cita, de hecho fue un pequeño fiasco, pero la canción me hace sentir las mismas ansias, la alegría de haber vivido ese momento, me hace verme en el metro riendo sola mientras leía unos avisos de heineken: Meet you there.

Para terminar: el olor de los borrachos me da miedo y quisiera recordar mi primera vez con Don't let me down de Los Beatles.

P.S: Hoy es viernes santo. Día que me recuerda a películas eternas de la vida de Jesus, a días solitarios y nublados, silenciosos, a mi infancia, la espera por los huevitos de chocolate, el conejito de pascua.